La Revolución tecnológica del Blockchain

La evolución y la innovación son constantes en el mundo de la tecnología. Nuevas ideas, nuevos avances y nuevos descubrimientos surgen a diario. Es importante tratar de mantenerse al día y visualizar cual de estos avances (y cómo) puede ser provechoso para tu negocio.

Hoy venimos a hablar del Blockchain, por si hay algún despistado que aún no ha oído hablar de esta revolucionaria tecnología.

Blockchain es un libro de contabilidad digital público que permite transacciones entre participantes de manera segura sin necesidad de intermediarios para verificarlos. Constituye una enorme base de datos pública formada por nodos, que pueden ser cualquier cosa con capacidad informática y de almacenamiento.

Los libros de contabilidad se han utilizado durante mucho tiempo para registrar activos y cuentas financieras, pero siempre controlados por una sola entidad que tiene el control total. En lugar de eso, la tecnología blockchain comparte una copia exacta del libro mayor entre cada comprador y vendedor en la red. Cuando tiene lugar una nueva transacción, los detalles de la transacción se distribuyen a través de la red y, simultáneamente, cada nodo actualiza su propio libro mayor. Esto puede ser muy útil para reducir el coste de verificar transacciones y el coste de confiar en terceros para llevarlas a cabo.

Estas transacciones se agrupan en forma de bloque. Cada bloque contiene un número predefinido de transacciones y enlaces ordenados cronológicamente que forman una cadena ordenada. Además, todas las transacciones se registran en el libro mayor público y son verificadas por todos los nodos a través de participantes independientes que validan la información. Por lo tanto, es muy difícil alterar o eliminar estas transacciones fácilmente. Todos los nodos tienen una copia del libro mayor, lo que ayuda a resistir mejor un posible ataque de un hacker. Sería prácticamente imposible.

Lo cierto es que esta tecnología lleva años ya sonando, aunque sus efectos todavía no se han sentido a gran escala. También es cierto que su regulación no se ha consolidado. Pero grandes bancos, grandes empresas, e incluso la Administración, ya están trabajando en ella.

 

Escrito por Laura Florido